Algunos cambios fundamentales en las relaciones familiares

La familia tradicional, tal y como la conocemos, tiene unos roles bien diferenciados, que sin remedio han tenido que adaptarse a los buenos tiempos. En la actualidad existen varios tipos de familia, no solo aceptados por la burocracia, sino también por la sociedad, lo que está siendo más complicado. Pero desde tiempos ancestrales, cuando la familia era una comunidad unida por los lazos de sangre, y estaba compuesta de padre, madre e hijos, todos tenían su papel perfectamente diferenciado: el padre era el sustentador y protector del clan, la madre la que cuidaba de los miembros, y los hijos los que debían seguir las lecciones de los padres hasta que llegaran a crear su propia familia.

En realidad, estos papeles se siguen manteniendo, porque es necesario que uno sustente, otro cuide de los más débiles o vulnerables, y estos aprendan a valerse por sí mismo por las enseñanzas de los más veteranos. Cuando se habla de familias monoparentales, es un único progenitor el que debe asumir ambos roles; cuando son familias homoparentales, ambos deben repartirse las funciones según su disponibilidad o habilidad. La función de los padres es proteger, enseñar y dirigir a los hijos hasta que tengan sus propias familias, inculcándoles valores como la responsabilidad, la moralidad, la educación… y los que ellos consideren que los harán ser personas independientes y autosuficientes, y capaces de crear una familia más adelante.

Claro que el concepto de familia está cambiando, como has podido ver; hasta el punto que uno puede llamar «hermano» o «padre» a alguien que ni tiene tu sangre, ni te ha criado, ni ha crecido contigo. Esta unión se hace en base a ciertas vivencias, y son lazos a veces verdaderamente fuertes. Un ejemplo sería el ejército, donde los soldados se llaman hermanos unos a otros; otro menos serio y más anecdótico, las comunas hippies de los años 70. De hecho, no es necesario irnos hasta el siglo pasado para encontrarnos con una de ellas: en La Rioja apareció una de estas hace un par de años, haciéndose llamar la Familia Arcoiris. Todo muy «flower power«, como puedes ver, y realmente adoptaron el estilo de vida hippie: amor libre, desapego por las cosas familiares, nudismo e incluso el ser nómadas. La cosa no acabó demasiado bien, pues fueron desalojados del lugar en la sierra donde se instalaron por desórdenes públicos y ocupación de espacios protegidos; pero seguro que siguieron con su forma de vida en algún lugar.

Retomando el tema, ¿qué pasa cuando algunos de estos roles familiares se distorsiona? Padres que dejan sus funciones, voluntariamente o involuntariamente, y son cuidados por sus hijos, o hijos que deben aprender a cuidarse por sí mismos. O incluso, los hijos que adoptan las funciones propias de uno de los progenitores, y que el otro acepta como algo natural; también en este caso pueden ser otros familiares en distintos grados, adoptando papeles que no les corresponde. Sí, estoy hablando del incesto xxx, algo muy real que existe en el mundo de hoy, y no solo en los videos porno que vemos en las páginas web para adultos. La pornografía nos ha enseñado que eso es una situación muy morbosa, y ciertamente funciona para excitar al público que consume porno gratis; de hecho, es una de las categorías más visitadas, aunque los cibernautas saben que están viendo algo que no es real, solo una fantasía creada por actores, ya sean profesionales o amateur.

Sin embargo, sabemos que esto pasa en nuestro mundo con más frecuencia de la que pensamos. Hay que tener en cuenta que, en la antigüedad, las uniones interfamiliares no eran nada extraño; de hecho, se intentaba así preservar la casta de cierto clan. Como en el Antiguo Egipto, donde los matrimonios entre hermanos, padre y hija o madre e hijo eran bastante comunes entre los faraones, intentando preservar su origen divino. Más tarde, se dejó de tener esa clase de uniones de parientes entre grado tan cercano, quizá porque resultaba antinatural sentir atracción entre ellos, o porque se dieron cuenta de los riesgos de la endogamia. Pero aún llegamos al siglo pasado, donde se seguían dando matrimonios entre tíos y sobrinas, o entre primos en grado más o menos próximos.

Sin embargo, el incesto no es algo que esté bien visto en la sociedad, ya sea por cuestiones morales, biológicas o simplemente tradicionales. Quizá en el Tercer Mundo o en ciertas tribus aborígenes se sigan dando como algo natural, pero eso no pasa en partes del mundo más desarrolladas. O no pasa de forma políticamente correcta, porque cada caso que conocemos nos horroriza, ya que no lo sentimos como algo natural. Los roles familiares que tenemos bien arraigados en nuestro ser no permiten que nos sintamos atraídos por familiares cercanos en línea de sangre directa; los que son más lejanos…. Bueno, ¿quién no ha jugado alguna vez a los médicos con un primo/a? Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.